PLOMEROS
Desquiciante resulta oir el goteo. Clic, clic, escuchas con desesperación. Sólo es producto de tu imaginación, Y en el colchón te das un meneo.
Le das un codazo, le despiertas, te dice - Mañana será reparado - Y cuando despierta va armado hacia la llave que nos desconcierta.
Aún no sabemos de nuestro error craso que pedirles que arreglen el goteo significará dar ordenes como un negrero. Arriba, abajo, cierra llaves de paso! así nos tienen durante todo este jaleo; al final salomonicamente llaman: Al Plomero!
cereza (6.2.00)
|